Como vimos anteriormente, los perros según su crianza pueden adoptar un poco de la personalidad de sus familias, sin embargo, nuestros peludos amigos guardan otro secreto y similitud con las personas, y es que en sus cerebros tienen neuronas espejo, lo que les permite compartir sentimientos con los humanos y otros perros, esto quiere decir que pueden sentir empatía.
¿Cómo funcionan las neuronas espejo? Durante la interacción de las personas con sus perros, por naturaleza, ambos tienden a adoptar las posturas corporales del otro sin ser conscientes de esto, en otras palabras, si una persona está triste puede tensar los músculos faciales, hacer una especie de puchero con los labios, tapar su rostro o sentarse y hacerse muy pequeño, casi de inmediato el perro adoptará un lenguaje parecido mostrando sus orejas hacia atrás, mirada baja o inclinar la cabeza, incluso también tratará de mostrarse más pequeño.