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Los amigos fieles y peludos que nos han hecho los días más alegres desde el principio de los tiempos y que de alguna manera han transformado nuestras vidas para un bien, han logrado grandes triunfos en lo que es la pandemia del COVID-19, ellos nos recuerdan el vínculo de amor existe y el que día a día compartimos.
Para nadie es un secreto que la capacidad olfativa de un perro es muy alta y pueden diferenciar olores específicos que contienen patógenos o compuestos orgánicos con un alto rango de precisión. Gracias a esto se inició un estudio en la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia en Colombia, liderado por el profesor Ómar Vesga Meneses, director del Grupo Investigador de Problemas en Enfermedades Infecciosas (GRIPE), en donde un grupo de personas tuvieron la oportunidad de entrar a seis perros de tres razas diferentes para que pudieran detectar el COVID - 19 en secreciones respiratorias de pacientes infectados.
Los entrenadores enseñaron a los perros a olfatear las muestras de secreciones respiratorias obtenidas por pacientes que dieron positivos al virus y fueron depositadas en un dispositivo seguro. Luego de un tiempo, con varios entrenamientos y algunas instrucciones, los caninos lograron detectar el olor del COVID-19 en pocos segundos.
Lo que dio resultado que los ringos podrían diagnosticar agentes infecciosos al oler a un individuo que estuviera contagiado. Esto ayudó a que las personas que no resultaron con el virus, tuvieran la oportunidad de regresar a sus vidas de una forma segura.
Después de que los perros olfatearon 9.200 muestras, Con una detección viral que toma un segundo por muestra, los seis peludos que estuvieron en todo el proceso de la investigación, lograron ser precisos en la detención de algunas características de las mencionadas secreciones que pueden ayudar a identificar a personas que resultan ser infectadas.
Los expertos del tema en varias oportunidades mencionaron las adversidades y dificultades que se han tenido con el acceso para las pruebas que existen, debido a la gran demanda que estás han obtenido, en contraste con la importancia del diagnóstico temprano como clave para aislar y prevenir la propagación del patógeno.
Los caninos hábiles que hicieron esto posible pasaron por todo un proceso de capacitación cuidadoso y metódico, es bastante sencillo siempre y cuando el perro esté dispuesto a seguir órdenes e instrucciones de los expertos del entrenamiento.
Una vez el perro haya olfateado al paciente, el ringo recibirá una recompensa rápida para seguir en el proceso de revisar a más familias para dar el diagnóstico de la infección por COVID-19.
Fuentes
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