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A menudo, los animales de compañía, como los ringos, no muestran signos de enfermedad hasta que ya está avanzada. Los dueños se enfrentan a retos invisibles a simple vista, y uno de ellos son los parásitos intestinales. Si quieres saber más sobre ellos, en Ringo te lo contamos.
Los parásitos intestinales son intrusos casi imperceptibles que pueden perturbar la salud y el bienestar de nuestras queridas mascotas. Pueden ser gusanos como las lombrices intestinales; los cuales se alojan en el sistema digestivo de los perros.
¡Ten en cuenta esta información! Los parásitos intestinales pueden ingresar al organismo de nuestros peludos de diversas formas: a través de la ingesta de alimentos contaminados, el contacto con heces de animales infectados o incluso por picaduras de insectos portadores. Una vez dentro del cuerpo, estos parásitos pueden causar una serie de problemas de salud, desde diarrea y pérdida de peso hasta complicaciones más graves si no se tratan adecuadamente.
Las lombrices intestinales pueden afectar a todos los perros, aunque es más habitual en cachorros o en aquellos de avanzada edad. Si un ringo tiene lombrices intestinales puede que no presente síntomas hasta que la infestación sea intensa.
Las lombrices pueden medir hasta 10 cm, y en ocasiones puedes verlas en el vómito de tu perro, ¡así que no te asustes!
Los cestodos son otro tipo de lombrices intestinales que viven en el intestino delgado de los perros. Pueden parecerse a pequeños granos de arroz, y pueden vivir en solitario o en cadena, puedes verlos en las heces de tu peludo.
Estos gusanos se transmiten a través de hospedadores intermediarios como presas, pulgas, pescado crudo o sobras de carnicería.
Este otro tipo de gusanos infectan la mucosa intestinal de los perros. Son relativamente comunes y pueden producir diarrea. La giardia es muy contagiosa y difícil de expulsar del entorno, en cambio los coccidios son relativamente fáciles de sanear.
Los síntomas pueden variar de acuerdo al tipo de infestación, pero las alertas más comunes son la diarrea persistente, vómitos recurrentes (algunas veces se pueden ver las lombrices), pérdida de peso, dolor abdominal, letargo y falta de energía, pizacón anal o arrastrar sobre el sueo, y en el caso de cachorros se puede presentar un retraso en su crecimiento.
Perruno, te recomendamos estar alerta a los signos que pueden indicar la presencia de parásitos intestinales en tu ringo, y si detectas alguno de ellos busca atención veterinaria, esto es fundamental para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Los tratamientos suelen ser específicos al tipo de infestación que tenga el perro. No obstante, los parásitos intestinales suelen tratar con medicamentos antiparasitarios en forma de inyectables, pastillas, jarabe, pasta oral o pipetas spot on.
Si sospechas que tu peludo tiene parásitos intestinales, te recomendamos acudir a una veterinaria, allí se le deben realizar pruebas y prescribir el tratamiento adecuado. Con una atención adecuada, desparasitación regular y medidas preventivas, puedes proteger a tu peludo compañero de estos intrusos y garantizar su salud y bienestar.
Fuentes