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Lo primero que debes saber es que la socialización es un proceso donde el perro aprende a interactuar con otros ringos o animales y con otras personas, sean niños o adultos. Es ideal que este proceso comience desde los primeros meses como parte de su entrenamiento, ya que esto puede evitar problemas de comportamiento como miedo o agresividad en la etapa adulta.
En caso que hayas adoptado un perro adulto y notes que se pone nervioso cuando se acercan otras personas o animales, quizá sea porque no tuvo un buen proceso de socialización o haya sufrido maltrato, en este caso es importante que consultes en la fundación o albergue la historia del perro y sus patrones de comportamiento. Debes tener en cuenta que cuando se trata de comportamientos muy arraigados debes ir un poco más lento, tener más paciencia, usar refuerzos positivos y si es posible, contar con la asesoría de un entrenador canino o etólogo.
Lo ideal es que no lleves a tu perro suelto a dar paseos, sobretodo cuando es propenso a salir corriendo o no conoce bien la zona. Debes elegir uno apropiado que le resulte cómodo y no lo lastime; una buena opción es un arnés, ya que se adapta a su forma y está hecho de materiales flexibles y suaves.
Todo buen cuidador sabe que debe recoger las necesidades de su perro. No es necesario llevar un montón de bolsas ya que en las tiendas de mascotas venden pequeños dispensadores con clips que puedes atar a la correa, además, puedes encontrar bolsas ecológicas.
Estos elementos te permitirán encontrar a tu perro en caso de que se pierda por accidente. Los datos más importantes que debe tener son: el nombre de tu perro y un número de contacto donde puedan localizarte.
Si ya tienes listos todos los elementos necesarios para salir con tu mascota puedes dirigirte a un parque cercano, debes asegurarte de proporcionarle una interacción positiva y un ambiente de juegos seguro que ayude a tu perro a entender que socializar puede ser
Antes de soltar la correa de tu perro y permitirle que interactúe con otras mascotas, observa a tu alrededor, a los demás dueños y cómo juegan con sus perros, si te parecen demasiado rudos puedes considerar ir a otro parque. Ten en cuenta que el tamaño de los perros no es un factor tan importante, pero sí lo es su carácter.
Una vez que tu ringo comience a interactuar con los demás perros del parque no lo pierdas de vista; si notas que está jugando más rudo de lo normal o con comportamientos agresivos, debes intervenir de inmediato usando una expresión corta y fuerte como “alto o basta” con voz firme pero sin perder la calma.
Con ayuda separa los dos perros y dale un minuto de descanso, cuando lo veas completamente calmado, felicítalo con emoción y dale otra oportunidad para jugar; en caso que su mal comportamiento continúe puedes intentarlo otro día. Sí definitivamente tu perro no se encuentra cómodo con los demás perros y las personas lo ideal es que consultes con un especialista.
Recuerda que todos los perros sin importar su edad pueden aprender nuevos trucos o cambiar su comportamiento, solo depende de la constancia y paciencia que inviertas en su entrenamiento.
Fuentes
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