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Perruno, ¿sabías que el virus de la rabia puede afectar a los perros pero también a otros animales y a los seres humanos? Te contamos lo que debes saber: qué es, cómo identificarlo y sobre todo, cómo evitar que tu perro se contagie.
La rabia es una enfermedad vírica clasificada como una zoonosis, lo que significa que puede transmitirse de animales a seres humanos. Provocada por un virus de tipo RNA lineal monocatenario de la familia Rhabdoviridae, esta enfermedad es extremadamente peligrosa y afecta el sistema nervioso central.
Esta patología no solo amenaza la vida de nuestras mascotas, sino también la salud de toda nuestra familia, dada su alta tasa de mortalidad cercana al 100%.
El virus de la rabia se transmite principalmente a través de la saliva de animales infectados. La forma más común de contagio es mediante mordeduras, pero también puede ocurrir por el contacto de la saliva con mucosas o heridas superficiales.
Inicialmente, el virus infecta las células musculares en la herida. Dado que los músculos contienen numerosas fibras nerviosas periféricas, el virus se traslada a través de estas fibras hacia el sistema nervioso central, incluyendo la médula espinal y el cerebro. Una vez que el virus llega al cerebro, se propaga nuevamente por las vías neurales descendentes hacia los ojos y las glándulas salivales.
La rabia en perros tiene un período de incubación que puede durar entre 3 y 8 semanas, durante el cual el animal infectado no muestra síntomas de la enfermedad. La duración de este período depende de la proximidad de la mordedura al cerebro; cuanto más alejada esté la herida del sistema nervioso central, más prolongado será el período de incubación.
Entre los síntomas más comunes se encuentran: fiebre, dolor de cabeza, pérdida de apetito, debilidad muscular, irritabilidad, temblores, salivación excesiva. Los perros también pueden exhibir cambios en su comportamiento habitual, agresividad, convulsiones y parálisis.
El progreso de la rabia en perros se divide en tres fases distintas, cada una con sus propios síntomas característicos:
Perruno, ten en cuenta
No todos los ringos pasan por todas estas fases, y algunos pueden entrar directamente en la fase paralítica tras la fase prodrómica. Por eso, si sospechas que tu perro puede tener rabia, es fundamental contactar a un veterinario de inmediato. El veterinario realizará una evaluación clínica inicial y tomará las medidas necesarias para diagnosticar la enfermedad y prevenir su propagación.
La mejor manera de proteger a tu peludo contra la rabia es mediante la vacunación. La vacuna contra la rabia consta de tres dosis administradas a las edades de doce semanas, dieciséis semanas y quince meses. Esta vacuna no solo evita el desarrollo de la enfermedad en los perros, sino que también reduce el riesgo de transmisión a los seres humanos.
Por lo general, la vacuna es segura y raramente causa efectos secundarios. Seguir un adecuado protocolo de vacunación desde los tres meses de edad y administrar las dosis de refuerzo correspondientes asegura la máxima protección para tu perro.
Perruno, recuerda, la vacunación también es parte de la Tenencia Responsable. Asegúrate de aplicarla y seguir el protocolo para garantizar la salud y el bienestar de tu mascota y la comunidad.
Fuentes
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